A lo largo de la historia, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han tenido un papel importante. La tecnología no puede considerarse como la única fuente de las transformaciones en curso, pero sin ella los nuevos paradigmas de las sociedades de la información y del conocimiento dejarían de ser emergentes. En este tejido social brota la universidad como pieza clave en la creación de la sociedad-red. En el ámbito local en nuestros países, las funciones convencionales de las universidades están siendo rebasadas por las interpelaciones del nuevo tipo de sociedad, máxime cuando proyectan un avance en producir, gestionar y transmitir conocimiento.